15 abril, 2008

Invierno en abril

Perdí la cabeza y mis llaves la noche en que encontré una mano cálida y joven, la misma que me llevo estos años, partiendo en un verano agitado sin horas ni tiempo; ocultos sentimos bajo techos de breves historias, la que cargaba en mi mochila la dejé al fondo, encima llevo la tuya con destellos y nubes, ya empieza a pesar. Tanto me diste otro tanto te di, no lo común a las mentes juzgantes, sí lo auténtico a mi sentir, el tuyo aclarara las dudas que te llevaste al despedirnos luego de que la delgada tela en nuestros ojos cayera bajo el frío de abril que adelantó el invierno, lo recibí con lluvia en mis mejillas, solo pido que el tenue sol la seque pronto.