17 noviembre, 2007

Todo tiene su primavera...

El frío me hace recordar esa helada noche en Pío Nono, cuando Eduardo me dijo: “Carlos, no hay solución, mejor terminamos”, en eso estaba cuando veo unos skinheads caminando hacia nosotros, lo agarre de la mano y comenzamos a correr, más allá me soltó, siguió corriendo por una ruta que no lo trajo más de vuelta. Ni el guatero ni las piscolas que tomaba con frecuencia entibiaron ese invierno que pasé inmóvil, con la cabeza y los pies fríos; hasta que llegó la primavera.