Mari posa dintinguida
Ese domingo la Mari, apoyada en el gordito caballo, se lucía con tal distinción que hasta desconcentraba a los malabaristas, después la vi posando para unos gringos en el Bellas Artes, un poco cansada eso sí. La divisé mientras me tomaba un café y en el rato que estuve leyendo en el cerro, casi no tenía energía. Al salir del cine, ahí estaba tirada con sus alas sin vida, seguro que su delicado cuerpo no resistió el humo denso de esta ciudad; nunca más posó distinguida.
1 Comments:
HOLA YAYITO DE LA PASIÓN, ME GUSTA MUCHO TU SITIO YA QUE EN ÉL PUEDO REDESCUBRIRTE, CONOCER MÁS DE TU HERMOSA Y ENTRETENIDA VIDA, TE QUIERO MUCHO.
BESOS
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