27 junio, 2006

Otros horizontes

Paisajes que salpican colores llenando mi alma y mi maleta, lugares con historia, gente que con solo mirarla me cuenta de su forma de vida, ritos y costumbres, arquitectura nueva y desbordante, arquitectura antigua que el tiempo conserva guardando un pasado que revive a cada instante con el turista ávido por conocer.
No importa si es un pequeño y desolado pueblo o una gran ciudad llena de vida, si es un paraje sin gente con solo el viento y la arena que me habla o una urbe que esconde en cada rincón riquezas y tradiciones.
No me importa si es en el norte, centro o sur de este país tan hermoso con sus comunas diversas, balnearios, campo y cemento que no esconde desierto, cordillera, mar ni río, o es en los parajes tras las fronteras, todos están grabados en mi corazón, unos más melancólicos, por la compañía en estos momentos ausente, otros vibrantes, por la dicha que me dieron al permitir palparlos después de años.
Destinos imponentes he ido juntando, poco a poco, en mi enorme maleta y cada vez que la abro siento ansiedad por guardar colores nuevos de un horizonte desconocido, pero me angustio al saber que el tiempo no me alcanzará para llenarla con todos los que quisiera.
Isla de Pascua, Chile.
Susurros misteriosos van penetrando el corazón de los visitantes que observan maravillados el esplendor de Rapa Nui, este museo vivo, con cuevas, volcanes, quebradas, playas, peces, horizonte circular, me recibió un día con puesta de sol desde Hanga Roa, atardecer mágico, semana inolvidable.

25 junio, 2006

¿Aaron, estarás con tus Ángeles?

El 23 de junio, a los 83 años, dejó esta vida el productor estadounidense, Aaron Spelling. ¿Quién? se preguntarán, quizás el nombre no les dice mucho pero no me cabe duda que han visto alguna de sus series, incluso han jugado a ser una de los Angeles de Charlie, o fantaseado con una romántica tarde en el Crucero del Amor, o en la Isla de la Fantasía, mejor aún, soñaron con pasear junto a “Brandon Walsch” por Beverly Hills 90210 o con vivir un tórrido romance en uno de los departamentos de Melrose Place.
Este hijo de inmigrantes judíos amasó su fortuna produciendo más de 200 shows y series televisivas e hizo triunfar a actores como Farrah Fawcett, Heather Locklear, entre tantos otros. Con su inconfundible estilo, que marcó tendencias y donde predominó la gente linda, conquistó nuestros corazones semana a semana. Cómo olvidar las grandes hombreras en Dinastía, o la chaqueta de lana en Starsky y Hutch o el Libro de las Sombras en Charmed.
Probablemente el espíritu de este talentoso y, por lo que dicen los que lo conocieron, carismático señor, anda revoloteando por su enorme mansión en las afueras de Los Angeles en alguna de las 120 habitaciones.
Por mi parte conservo los finales de Beverly Hills 90210 y Melrose Place, series que no me perdí ni un capítulo, tal vez porque deseaba ver como se desenvolvían esos lindos actores, y sus personajes, tratando de sobrevivir en un mundo donde las drogas, el alcohol, las infidelidades, traiciones, dudas existenciales, embarazos adolescentes, etc., temas no ajenos a los nuestros, eran los tópicos de cada semana, pero enmarcados en California, Estados Unidos.